Diario Hoy
Miércoles, 3 de noviembre de 2004

Premio a la solidaridad piornalega

Un proyecto del colegio Máximo Cruz Rebosa es premiado por la Junta de Extremadura Los escolares movilizan al pueblo cada vez que ponen en marcha una campaña de ayuda.


PILAR ARMERO / PLASENCIA Diario Hoy

India, Méjico, Paraguay, El Congo son algunos de los destinos hasta los que ha llegado la solidaridad de los piornalegos. Los aproximadamente 1.600 vecinos del pueblo se han implicado en los distintos proyectos de cooperación internacional que el colegio público 'Máximo Cruz Rebosa' lleva promoviendo desde hace cuatro años. Toda esa labor impulsada y desarrollada desde las aulas se ha recogido en el proyecto 'Irsharai', que se ha presentado a la última convocatoria 'Educación en Valores' promovida desde la Junta de Extremadura donde ha conseguido el tercer premio (1.000 euros en material escolar)

En 'Irsharai', que significa ciudad de la alegría, se detallan los programas que se han ido poniendo en marcha. Ahí están las tradicionales campañas navideñas del kilo, con la que se ha pedido alimentos para el Hogar de Nazaret o la recogida de ropa usada.

Pero junto a ellas destacan otras menos habituales, como las recaudaciones que se han organizado para comprar máquinas con las que enseñar a coser a mujeres congoleñas; para que los niños paraguayos dispongan de pupitres y los mejicanos maltratados de una casa de acogida.

Labor de investigación

Son solamente algunos ejemplos de la labor solidaria continuada que se desarrolla en este pueblo, en el que el colegio se ha convertido en un motor capaz de mover la conciencia de sus aproximados 1.600 vecinos.

Los escolares no dudan en poner en marcha la maquinaria cada vez que surge la posibilidad de colaborar en algún programa de mejora en países necesitados. Pegan carteles, lo cuentan en casa, salen a la calle para pedir dinero, elaboran carteles

La verdad es que toda esta labor se ve favorecida por la circunstancia de que Piornal es cuna de varios misioneros repartidos por todo el mundo, que cada vez que vuelven a casa no tienen inconveniente en pasarse por el 'Máximo Cruz Rebosa' para transmitir su experiencia a los chavales.

Pero además de la vertiente solidaria, el proyecto 'Irsharai' lleva aparejada una tarea de investigación, que consiste en documentar cada proyecto todo lo que es posible, empezando por buscar en qué lugar del planeta se encuentran los destinatarios a los que se va ayudar, cómo viven y cual es su historia.

Todo este trabajo ha recibido el reconocimiento de la consejería de Educación y Cultura de la Junta de Extremadura, cuyos responsables han sabido ver el propósito de la comunidad escolar de crear una escuela solidaria que se convierta en un estilo de vida. De lo que se trata es de inculcar a los chavales la necesidad de tender la mano a los que más los demandan. De paso, sembrar también semilla en sus familias.

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© Víctor A. Díaz Calle. 1997-2004