Jarramplas: el día después

Sebastián Díaz Iglesias
Revista Veleílo, nº 11
Primavera 1995

De rodillas...

Ya no vuelan los nabos. Ya no se escuchan gritos, ni corre la gente, como enloquecida, de un sitio para otro.Ya no se respira tensión en el ambiente, ni agresividad contenida dispuesta a estallar como un nabo roto en mil pedazos, tras impactar en la impresionante máscara de Jarramplas.

Ya no se oyen Roscas, ni Alborás, ni se habla de la hora de las migas, ni de la máscara que se va a sacar después de la misa, ni de los quintos y sus ratonás de nabos.

Sólo quietud y silencio ha amanecido. Es el día 21 de enero y las calles aún dormitan el desmesurado trajín de días anteriores, engalanadas con multitud de trozos de nabo que, en aigún punto, una escoba se dispone a amontonar. Los cristales de puertas y ventanas han vuelto a ver la luz, tras dos días de obligada oscuridad.

Esta mañana no se ha escuchado el canto del gallo de campanas y cohetes... Es el día después.

Para José María, Jarramplas de este año, ha comenzado un después con algunas molestias nada preocupantes. Para los mayordos algunas felicitaciones por el trabajo bien hecho y alguna crítica constructiva que están dispuestos a asumir y a transmitir a los mayordomos del año próxirno.

Y para el pueblo, a prepararse que viene 'La Matanza Extremeña' y los Carnavales, que no tardando mucho vendrá San Roque con el Ramo y el Cristo con las Cuartillas, y la Navidad y otro 19 y 20 de Enero Mágicos. No hay que dormirse, las tradiciones están vivas. El Folklore dinamiza y encauza el transcurrir del tiempo y a él debemos someternos, como lo hace Jarramplas a su sacrificio.

Ya sólo queda, y no espoco, empezar a pensar en el próximo año.

Quizás sea difícil encontrar respuesta a preguntas como ¿Por qué dejó de llover el momento de las Alborás? ¿Por qué amaneció la mañana del veinte desapacible, con niebla cerrada y lluvia y para la salida de Jarramplas el día estaba claro y con un sol resplandeciente?.

Lo que sí puede ser carne de futuro y posiblemente no muy lejano, es el con tenido que manifiestan las siguientes cuestiones:

¿Acaso no fue bonita la media hora de salida de Jarramplas, con sólo niños disfrutando de su presencia? ¿Acaso no sería apropiado, apelando al sentido común, volver al pasado -dando un paso adelante-, no acercándose tanto a Jarramplas para tirar?. Desde luego, más gente disfrutaría de la fiesta, y no sólo unos pocos. ¿Acasó no debieran comprarse nabos más pequeños, más adaptables a la mano, y no esos mastodontes gordos y pesados que más que un impacto seco sobre el cuerpo de Jarramplas lo que buscan es el desagradable desequilibrio?. ¿Acaso no sería interesante iniciar el rescate de máscaras, trajes, fotos, etc, para iniciar un museo de Jarramplas?

¿Acaso la creación de una Asociacion, que podría llamarse 'Amigos de Jarramplas' no sería una buena apuesta para afrontar todos los problemas que pudieran poner en peligro la raíz de esta tradición, para mantener todo lo bueno y mejorar todo lo mejorable?

¿Acaso. . . . . . .?

Amigo lector, estas son algunas reflexiones que la PeñaNegra, como mayordomo de Jarramplas 95, lanza para si alguien se plantea darles forma, porque contenido, ya lo creo que tienen.

Desde luego, la última de todas es que, ese alguien, puede contar con nosotros.

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© Víctor A. Díaz Calle. 1997-2002