3.2.3.- La gastronomía tradicional

Tesis Doctoral
"El folklore de Piornal: estudio analítico
musical y planteamiento didáctico"

presentada en Cáceres, el 29-5-2000, por
Rosario Guerra Iglesias

El régimen de autoabastecimiento que, hasta bien avanzado el siglo XX, ha caracterizado el tipo de alimentación piornalega, sitúa la base de la dieta habitual en legumbres, frutas, carne de cerdo, y ante todo y sobre todo las patatas.

En el Torno el vino tinto
y en el Rebollar las peras,
y en llegando a Piornalito
las patatas sembraeras.

" Patatah pa comel
patatah pa cenal
patatah p´al desayunu
y patatah pa merendal "
.

Se puede decir que el caldo es el plato más representativo en esta localidad, hasta tal punto que aún en nuestros días hay muchos piornalegos que lo cenan casi a diario.

Se trata de patatas cocidas, donde el pimentón es una especia esencial, y como recipiente donde prepararlas y que le da nombre, el caldero.

También las patatas "asás", se constituyeron en un acompañamiento indispensable de las reuniones de abuelos y nietos en torno a la lumbre, las tardes de frío, lluvia o nieve, reuniones que ha supuesto un elemento fundamental para la tradición oral. Las patatas también se utilizaban en el intercambio por otros productos como las naranjas, poco habituales en los huertos de Piornal.

Las castañas, abundantes en esta localidad, también han sido base de la nutrición piornalega. Así, comentan algunos informantes:

"- ¿Qué has almorzao?.- Calbotes asaos.
- ¿Y al mediodía?.- Castañas cocías.
- ¿Y por la noche?.- Otra vez calbotes "

Con castañas se hacen los calbotes, tan típicos en la festividad de Todos los Santos y los corchones (castañas cocidas en leche dulce), que para muchos era el manjar fundamental de la cena de Nochebuena.

Como alimentos de origen animal, destacamos los procedentes del cerdo de la matanza (morcillas, ántima, etc.), aunque piezas como el jamón, era habitual venderlas para obtener algún dinero.

También la carne de cabra era consumida, aunque la cabra y la vaca tenía una especial relevancia para la obtención de la leche y derivados (queso).

Cabe mencionar como manjares gastronómicos de origen animal, la caldereta de chivarra, el guisau para la cena de pedida o el arroz con hígado de la comida de la matanza o las bodas.

Para concluir, no podemos olvidar la fruta sartén, siempre presente en cualquier celebración. Son los tirabufones, roscas, perronillas, sapillos, torrillos.

Como en otras zonas, cobran una especial relevancia las dos bebidas, de fabricación casera, más importantes: el vino y el aguardiente, manjares que tienen cabida en el repertorio literario de muchas canciones:

El vino tinto es mi primo
y el aguardiente pariente
y en llegando a la taberna
me encuentro con toa mi gente.

Ven acá vino tintillo
consuelo de mi garganta
que a los hombres valentones
les haces andar a gatas.

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© Víctor A. Díaz Calle. 1997-2002