Eres purísima Virgen
Madre del divino verbo
hoy venimos muy gozosos
a cantar tu nacimiento.

El día ocho de septiembre
naciste bella María/Madre
dando luz a las tinieblas
y a todo el mundo alegría.

Eres Virgen sin mancilla,
eres Madre sin igual,
como una blanca paloma
mensajera de la paz.

Cuando subiste al Cielo
con tanta gloria inmortal,
te esperaba con anhelo
nuestro Padre Celestial.

No cesará nuestra lengua
cantándote noche y día
para ensalzarte amorosas,
¡Oh dulce Virgen María!.

Los soldados, los enfermos,
los presos, los afligidos,
todo el pueblo muy devoto
a vos pedimos auxilio.

Estás con tus manos juntas
hermosa cándida Aurora,
parece que estás brillando
en ese trono señora.

Al señor cura y justicia,
y a este noble ayuntamiento
les darás mucha salud
para dirigir al pueblo.

Al párroco, mayordomo
y demás autoridades,
estas tus hijas pedimos
que nunca nos desampares.

Virgen de la Concepción
mañana será tu día
que te subes a los cielos
quien fuera en tu compañía.