Son canciones que se cantan a las doce de la noche del veinticuatro de marzo.
Aún se mantiene un curioso ritual interpretativo: en la puerta de la iglesia se hacen dos grupos, uno comienza a andar mientras canta la primera parte: Dios te salve... Cuando concluye, se para, e inicia el otro grupo el movimiento y su canto: Santa María..., hasta llegar a la altura del primero. Así se realiza un recorrido por diferentes calles del pueblo, hasta que el final del Rosario lleva a ambos nuevamente a la iglesia. Dentro se canta el Gloria y al finalizar el acto religioso, comienzan en la puerta de la iglesia, el canto de Cristianos venid que va a llevar a las mujeres a sus casas agrupadas por barriadas. Son tonadas de terminación con un estribillo que invita a superar la pereza de ir al Rosario.
Canciones del Rosario de la Aurora
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